10.11.11

Cinco cinco...



5 días y me voy; 5 días y llego. 5 días para despegar y aterrizar en continentes diferentes. 5 días y acabamos. O empezamos. Aunque, en realidad y gracias a dios, seguimos. 5 días y volvemos. A las tapas y las cañas. A las bravas y los durums. Al jamón y al queso. Al fútbol. 5 días y me como una paella de verdad. Y a lo mejor hasta una fideuá. 5 días y vuelvo a andar y pasear. A dejar de descansar. A perderme en lo conocido, lo querido a la vez que odiado; lo recordado. A no querer un coche, y sobre todo a no necesitarlo. Al acento inteligible. 5 días y recupero el catalán. Y el castellano también. 5 días y dejo de hacer cambio de moneda, y de perder dinero con ella. 5 días y dejo de sentirme rico, de pobres rodeado, y no por el tiempo libre lo digo. 5 días y dejan de llamarme 'señor', volveré a ser un chico. Uno cualquiera pero tranquilo. 5 días y dejan de hacerme la cama, de ponerme el babero y limpiarme cuando me mancho. 5 días y dejan de reírse de mí por decir 'lavabo', 'grifo', 'hierba' o cualquier weá.

5 días y cambio 'Por la razón o la fuerza' por un país parado e indignado. Mucho mejor lo segundo, por supuesto.

¿Y qué pasa si tengo ganas de volver? Ni que sea un rato, va a ser divertido.

¿5 días y nos vemos?


PD: también, en 5 días cambio un senil por dos. Un tullido por el doble. Pero eso es otra historia...