11.6.11

Tailandia

Pues resulta que llegamos a Bangkok, dispuestos a estar solo una noche y un día, teniendo en cuenta que íbamos a volver al final de la vuelta a la península Indochina.

Un día en el que vimos algo de los canales de Bangkok y varios templos budistas. Tuvimos algunos intentos de timo y algún timo completado, pero la gente nos pareció exageradamente simpática y alegre; el contraste con Hong Kong’s y Kuala Lumpur’s es notable.

A mi me sobró ese día para saber que quería gastar más tiempo en ese país y eso que aún no había llegado a Chiang Mai, al norte del país, que con solo dos días nos impresionó totalmente y personalmente me dejó prendado.

Pudimos ver templos budistas no tan llenos de gente, templos budistas abarrotadisimos de locales con sus ofrendas y meditaciones (eso fue increíble), nos llevaron de paseo por centros de artesanos de la ciudad, donde hacen desde objetos con todo tipo de cueros hasta corbatas de seda. Por supuesto, todo baratisimo. Estúpidamente barato. Corbatas de seda por 6 dólares. Y ese es el primer precio, no sabemos si el último, aunque seguro que se puede sacar uno mucho menor si compras cientos. Ahí hay un posible buenísimo negocio. A cuanto se vende una corbata de seda en el Corte Inglés?

Y por la noche tuvimos la suerte de que se nos ocurriera asistir a una velada de Muay Thai. Totalmente increíble. Empezó con peso (muy) ligero, siguió con mujeres y después niños. Todo impresionante. Pero el plato final iba a merecer la larga previa: qué paliza le pegó el francés al tailandés. Impresionante lo duro que le pegó. Igualmente impresionante lo duro que aguantó el chulito local ante el armario extranjero. Aguantó un round y medio con la ceja partida y ese no fue el golpe mas duro que se llevó.

De vuelta a la realidad tranquila de la ciudad alegre también pudimos ver un mercado enorme donde se podía despreciar por el olor y la vista todo tipo de comida, desde escarabajos fritos hasta gusanos secos, pasando, por supuesto, por escorpiones. Siempre pensé que teniendo la oportunidad tan cerca, iba a probar con cara de asco esos manjares, pero no tuve estómago. Ni lengua ni boca ni cerebro. Todos los sentidos se concentraban en no dejarme probar la exquisitez local. Y lo consiguieron.

Tuvimos la oportunidad de ver, demasiado rapidamente eso sí, el templo más bonito del mundo. O por lo menos el que pretende serlo. Obra de un artista local, con la ayuda bastante desinteresada de hasta 60 ayudantes. El templo es verdaderamente increíble. The White Temple solo tiene un problema, y es que no esta cerca de ciudad o pueblo turistico, por lo que cuesta un poco acercarse. Pero lo considero, sin duda, el mejor templo, por bonito, increíble e impresionante, que he tenido la oportunidad de ver. Y creo que llevo una media de casi un templo al día desde hace dos meses. No se si es uno al dia o más y desde luego no los recuerdo todos. Pero este no se me olvidará fácilmente.

El resumen para Tailandia, a pesar de lo poco que lo he disfrutado de momento, es que quiero volver. Tailandia merece un viaje para el solo. Tailandia merece un mes o dos.

3 comentarios:

  1. cuca... totalment d'acord... quin païs! S'et troba a faltar!

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  2. Pues aquí me tienes... estudiando como un Chino capitalista unas estupideces totales. Mientras me replanteo qué estoy haciendo y por qué, decido entrar en tu blog. No sé si ha sido buena idea, pero me ha gustado lo que he visto leído. Me apunto al concepto de "sitios donde quiero vivir un rato".

    Saludos!

    Alfredo Garrido Ribas

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  3. Gracies Cuca :) M'agradaria poder dir el mateix :P jeje!

    Alfredo: tienes q estar aburrido de estudiar para entrar por primera vez en mi blog??? Si pareces un Chino Capitalista! Abrazo!

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