Ayer esquié acuáticamente. Me levanté fácil, aguanté el suficiente tiempo como para decir que 'sin problemas', salí de la estela de la lancha y (casi) volví a entrar en ella. Evidentemente me caí 4 o 5 veces, pero todas después de unos buenos segundos de esquí bravo. Ya me puedo autoproclamar esquiador con experiencia.
Por supuesto, antes, al salir de casa e ir hacia la lancha, Murphy me susurró al oído que no llevara la cámara. Y como buen humano, le hice caso.
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