17.9.11

Pausa


En estos días de descanso y futilidad, de vuelta a lo conocido, a la rutina que se adivina desde mucho antes, es cuando estoy empezando a darme cuenta de lo bueno, bonito, intenso e interesante que ha sido el viaje por el sureste asiático, de lo mucho que lo hubiera alargado y de cuanto he aprendido a usar la cámara y de lo mucho que me gusta (a la vez que me he dado cuenta de lo poco que sé usarla aún, de cuanto me queda por aprender, afortunadamente. Ya se sabe, 'sólo sé que no sé nada').

Ya estoy de vuelta en Chile.

El próximo viaje empieza a ser lo importante ahora. 'Paro', no me abandones aún, por favor, me gustaría que fuéramos amigos un rato más. Y las dudas entre Nueva York y Europa están empezando la pelea, tanteándose, conociéndose y mostrando sus cartas. En la colección aún faltan cromos tan importantes como Londres, Amsterdam, Estocolmo, Berlín, Praga o Copenhague bis.

Eso sí, las autopreguntas sobre el próximo viaje no han conseguido detener la aparición de las del futuro laboral. Todavía las mantengo alejadas de las respuestas, pero no sé cuanto más conseguiré contener la inevitable unión. Pero ahora mismo la ignorancia está bien.

Grandes dilemas vitales por responder. Tantas y tan grandes fechas todavía por marcar en el calendario. ¿Aventuras? Mucho hay por hacer aún.

No hay comentarios:

Publicar un comentario