3.3.11

Intentando ser justo

Por intentar que la justicia cósmica no se olvide de mí, voy a publicar una pequeña lista de cosas que creo que hacen a Chile un país más simpático que España, porque a pesar de algunas críticas a los chilenos (que no a Chile) creo que los prefiero a los españoles.

Lista:

- El servicio chileno es mil veces más atento y amable que el español. Casi diría que los camareros se desviven por los clientes. Por lo menos lo parece. Camareros, tenderos, quiosqueros...

- El calor, aunque fuerte, es fantástico. Hoy mismo he salido varias veces de casa, 32 grados a la sombra, caminado por la acera soleada y no he sudado (casi) nada, eso es: un poco los sobaquillos pero nada ni lejano a Barcelona, donde caminas 4 pasos y ya estás sudado entero y ya casi tienes que cambiarte la camiseta. Aquí se quejan de que el calor es muy duro porque es demasiado seco, pero creo que se equivocan, es mucho mejor el calor cuando seco, respiras mejor. Y ahorras en ropa y malos olores.

- Estando en el sur, me sacaron de paseo: una buena excursión hacia otros lagos y volcanes y montañas e infinitos árboles enormes. Con ninguna foto conseguí hacerle justicia al increíble paisaje. Creo que en paisajes, Chile gana a España, sobre todo por la variedad. No he visto casi nada de lo que veré en el futuro, pero ni que sea por la variedad de latitudes, no creo que haya discusión.

- Puedo hablar sólo con sueldo español, pero creo que aquí los precios son mucho más justos. No diría baratos, pero viniendo de Barcelona, nada me está pareciendo caro. 1,5€ por una Coca-Cola; menos por un agua. En cualquier bar, pijo o no.

- Si a alguien le parece que estás sólo un poco perdido por la calle, se acerca a preguntarte si todo bien e indicarte si es preciso. La gente no se evita por la calle e incluso se sonríen. Gente muy amable incluso en el metro a hora punta.

- No hay problemas para aparcar. Y más o menos los mismos problemas para circular que en Barcelona. Siempre hay un parking cerca.

- Los coches dan preferencia a los peatones.

- En cada bar hay zumos naturales. Casi siempre hay mínimo 4 o 5 diferentes para escoger. Y el precio es lógico. Nada de 3€ por un simple zumo de naranja en vaso pequeño. Aquí los jugos vienen en vasos más grandes que el más grande de tu casa.

- En los supermercados no hay tanta cola para pagar porque las cajas nunca están vacías y además hay chicos dedicados a poner la compra dentro de bolsas. Los supermercados son enormes; el más pequeño que he visto por aquí es como el más grande al que iba yo en Barcelona. Uno normal de aquí es como el Caprabo de la Illa más o menos. Y hay muchos mucho más grande del doble que ese.


Valga un ejemplo de varias cosas: El otro día fui a un cine dónde por 5 lucas (lo que son 7,5€) cada uno, creo que precio más o menos normal en Barcelona, nos trataron como a Reyes. Eramos 3 personas y todos salimos especialmente encantadísimos. Había una salita con bar especial a las puertas de la sala, con sofás y sillones extracómodos, espacios superamplios, donde se nos acercó una chica a explicarnos el funcionamiento de todo. Nos preguntó si queríamos algo y cuando se lo íbamos a pedir nos dijo que ahora llamaba a un 'Garçon' para que nos tomara nota. Graciosamente era una 'fille', pero así se dice por aquí y casi no se me escapó la risa. La cuestión es que llegó la camarera, vestida elegantísimamente, y nos explicó la carta punto por punto con toda la paciencia y tiempo del mundo. Pensábamos que el cine era especial sólo por la gracia de que te dejaran entrar la comida a dentro. Erradísimos. Servicio de lujo para un cine de lujo. 64 butacas para una sala sólo un poco más pequeña que las de Cinesa Diagonal por ejemplo. Butacas extra enormes con espacio extra espacioso entre ellas. Espacio para estirar los pies. Espacio para dos culos grandes en cada asiento. Respaldos reclinables. Espectacular. La comida no era de lujo, sobre todo porque era una carta corta. Pero pedimos dos sanguches y un helado que estaban buenísimos. Sencillos, pero deliciosos. La mejor hamburguesa que he comido en mucho tiempo. Quizá a la altura de mi querido Pim Pam Burguer del Born. Coca-Colas gigantes en vasos de vidrio. Cuchillo y tenedor y servilleta de papel que parecía de tela. En el tiempo de una película y media hora nos atendieron 6 personas diferentes. Ah, y en los baños casi se podía comer en el suelo.

El resumen de todo esto es: Chile es bastante cómodo para vivir si vienes del caos barcelonés.

2 comentarios:

  1. Molt interessant tot això, peró recorda que estàs de vacances i segurament aquesta opinió por estar una mica condicionada. A mi Xile em va semblar un pais espectacular, amb coses bones i dolentes, com la resta de llocs del món, inclós Barcelona. Per cert, que tal l'efecte tsunami?

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  2. Si si, estar de vacances pot canviar-ho tot, està clar. Però intento ser tot lo objectiu que puc en aquest tipus de valoracions.

    Res de tsunami, però es que ara ja a Panamà :)

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