30.4.11

No soy cool

No me gusta el surf.

Lo he intentado, pero lo encuentro aburrido y poco intenso. Nada adrenalínico. Para empezar, tienes que buscar y encontrar una playa apta para ello, nada fácil ya que hay muchas variables que hay que tener en cuenta: como las rocas que haya, dónde rompen las olas, cómo rompen las olas, que se pueda acceder a la playa, claro. Y luego están las variables variables, las cambiantes, las que dependen del tiempo: la altura de las olas, que también depende de la marea y por tanto de la hora del día, el viento, el sol, etc.

Cuando yo quiero jugar a fútbol sé exactamente lo que me hace falta: un campo que me costará X alquilar, 9 compañeros, una pelota y unas bambas que no sean una mierda.

Para el surf necesitas muchas cosas más. Y algo de suerte. La tabla no es nada barata. Necesitas llegar hasta la playa en cuestión; igual tardas una hora en llegar. A la hora correcta; igual toca levantarse a las 7:30 de la mañana. Rezar para que las predicciones de tiempo, oleaje y marea que has investigado el día antes en internet no estén equivocadas. Que esas predicciones incluyan que las olas romperán dónde las rocas del fondo no estén demasiado cerca o correrás riesgos.

Si todo eso sale bien, luego toca remar. Y remar mucho. Y luego remar un poco más. Y esperar. Bastante. Así y todo, al final, es posible que en hora y media de remo y remojo sólo llegues a intentar coger 3 o 4 olas. Porque no estás en el sitio exacto, porque remas lento, porque la ola te cae justo en la espalda, y después de esta viene otra, y otra, que te rompen, ahogan y hacen tragar agua salada. Después pasan unos minutos en que no llega ni media ola. Y te aburres tostando al sol tu ya enrojecida espalda.

También pasa que seguramente habrá 20 'surfistas' al lado tuyo, 10 de los cuales están esperando y deseando coger la misma ola que tú. Hay que saber quién tiene la prioridad, fijarse si coge la ola finalmente y decidir si tendrás que dejarle paso. También hay que fijarse, y muy bien, que los surfistas no te vayan a pasar por encima, ni que se vayan a caer cerca tuyo: las tablas vuelan fácil y hundirse no te salva de todo.

Después hay que intentar levantarse de la tabla. Nada fácil.

Surfear no me vale la pena, demasiado esfuerzo y golpes para poca recompensa.

Tengo que apuntar que sólo he conseguido levantarme una vez. Porcentaje extraño con la de veces que me he caído y golpeado. Pero 'así es el surf', parece. Al menos aprenderlo. Aburrido y doloroso. Menos glamouroso de lo que parece y bastante menos intenso.

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