2.4.11

Los ticos son buena nota, mae

Los ticos (apodo de los costarricenses) son muy amables, simpáticos y hospitalarios. De momento, esto me está llamando demasiado la atención en sudamérica en general, mucho tenemos que aprender de ellos en Barcelona. Son muy amables. Excepto cuando conducen, que se transforman en barceloneses. Como los colombianos, son abiertos e intentan no dejarte de lado en ninguna conversación en las raras veces que no te hacen formar parte de ella. El sentido del humor no lo veo tan desarrollado, pero siempre sonríen. Y se jactan de ser uno de los países más felices del mundo (aparecen siempre en varias listas que se hacen por ahí). Y creo que tienen razón, se les ve felices. A pesar de tener sólo 10 días al año de vacaciones.

Tratan a los turistas muy muy bien, sabedores de que somos potencialmente importadores de riquezas (esto no va por mí, desde luego, pero ellos hacen ver que no lo saben). Y creo que Costa Rica tiene mucho potencial a nivel turístico, pero aún tiene que explotar del todo en eso, y creo que lo harán. Esto está lleno de estadounidenses en la costa del pacífico, porque les resulta demasiado barato y relativamente cerca.

Todo el mundo debería hacer el esfuerzo de venir para aquí, por demasiado cómodo, seguro, alegre y variado. Tienes todas las playas que puedas imaginar y necesitar, increíbles montañas y selvas inabarcables. Gente amable y cercana. Te sacan los ojos con los precios, pero no se trata de venir a comprar souvenires. Comer no es tan barato como podría creerse, aunque sí es algo más barato si vienes de Barcelona.

El país entero es increíble. Tan lleno de verde, de playas, de otro verde diferente y mil más, y con una variedad de fauna que yo nunca había visto. Hemos visto bichos de todos los tipos, tamaños y colores. Hemos visto más plantas que nunca; hasta plantas que viven sobre otras plantas. Crecen por absolutamente todas partes. El agua llega casi a diario 9 meses al año y el sol es perenne, así que no hay escapatoria. No hay invierno, sólo temporada no húmeda.

Pero tienen un gran problema: San José. Es fea, muy fea. Horrible en casi toda su extensión. Con la excepción de algunas calles del centro, aunque éstas siguen siendo más interesantes que bonitas, todo es feísimo y no es por pobre, es sólo que es muy feo, hecho con un mal gusto espeluznante.

Y además tienen una de las formas de direccionamiento más extraños y disfuncionales que he visto nunca: cuando preguntas o pides como ir a un sitio, no se rigen por el nombre de las calles, si no que todo te lo dicen en relación a otro sitio conocido. Por ejemplo: si quieres ir a la casa X, te dicen que está a 300 metros al norte y 100 al oeste del McDonalds, que está en la plaza de la Iglesia Z. Suelen contar que 100 metros es una calle, aunque en realidad es algo más parecido a 80. Aún así, no hablan de calles, si no de metros. Las calles suelen estar numeradas, pero nadie se los sabe, ni los usa, ni les hacen caso. Ninguna casa ni edificio tiene número. Este funcionamiento sirve siempre y a los bancos (por ejemplo), se les dan direcciones así. Y al final, se añaden descripciones de la casa del tipo: la de las rejas negras con portón de madera, la del perro durmiendo, la de la enredadera en la entrada. Y el banco lo apunta meticulosamente, y de vez en cuando te preguntan si algo de esa descripción necesita actualización, por si se te ha ocurrido repintar. Así que, recapitulando, he estado viviendo a 200 metros al norte y 75 al oeste (esto es casi una manzana) del Banco Nacional de la plaza de la Iglesia de San Rafael, en una casa de rejas amarillas con orquídeas en la entrada.

Los taxis no saben nada.

Otra cosa curiosa son las drogas. En las costas te ofrecen de todo, nunca barato, pero con toda la variedad. Sobre todo marihuana, o mota, como la llaman ellos. Empiezan preguntándote si necesitas algo, te ofrecen cualquier cosa, incluso los tenderetes, y luego te sueltan la lista entera y acaban con un ‘tengo de todo, de todo’. La policía no hace nada al respecto, todos conviven en paz y bastante harmonía, no se preocupan por las drogas. Ni por las putas. En la costa del Pacífico se nos ocurrió salir de fiesta por el pueblo (cosa que nunca hacemos) y en el bar casi pudimos contar más putas que locales ‘civiles’. No te molestan, ni preguntan ni piden, sólo están ahí esperando a que alguien se las intente ligar. Pero son muchas de verdad. Por cierto, en los pueblos, siempre pequeños y dispuestos casi siempre en una sola calle, los bares, pubs y discotecas se reparten los días de la semana. Así, cada bar tiene su día.

En la capital, todo eso es mucho más suave. Ya no hay putas en los bares, o al menos no son tan evidentes, y parece que las drogas también tienes que buscártelas un poco más. Sigues sin tener que esconderte demasiado de la policía. Pero se ve bastante más pobreza, sobre todo de la miseria. Por donde hemos salido, hemos visto bastantes vagabundos con más problemas que dinero y más drogas en el cuerpo que el consumo total de una persona normal en toda su vida.

Parece que en según qué partes de San José es mejor no ir caminando y pasar con los seguros del coche puestos. Pero yo no he tenido ni visto ningún problema.

Otro caso a parte es la ciudad de Limón, en el Caribe sur. Cuando pasamos por las afueras nos paró un grupo de polis, eran unos 10 o 15, todos con pistolas y chalecos antibalas, y algunos además con metralletas o escopetas. Lo primero que nos preguntaron es si llevábamos armas en el coche. Parece que Limón es la entrada principal de las drogas en el país, que el gobierno ya intenta tenerlo centralizado, puede que incluso con alguna negociación, y que es la única parte realmente semipeligrosa del país. Llega todo de Colombia y después de una paradita técnica sigue subiendo hasta USA. Parece que esa podría ser una de las causas por las que no hay conexión por tierra entre Panamá y Colombia, a pesar de compartir frontera.

En fin, resumiendo y pidiendo perdón por el rollazo: Costa Rica vale mucho la pena y me quiero ir a vivir al Caribe en algún momento. Amén.

2 comentarios:

  1. me lo leo todo todo... pero siempre acabo sintiéndome rabiosa :P
    besos!!!

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  2. Lo entiendo lo entiendo... pero no me creo q lo leas todo! jaja! Este salió demasiado largo, sorry.

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